Se realizará al paciente un examen completo de sus dientes, encías y resto de partes blandas de la boca, observando si hay signos de enfermedad u otros problemas. Para la solución de los mismos, podemos ofrecerle todas las opciones que en el resto del apartado Nuestros servicios mencionamos.
En ocasiones será necesario remitirlos a otros especialistas que traten aquellos problemas que por sus características ó dificultad requieran el tratamiento de un especialista (ortodoncista, periodoncista, cirujano e incluso endodoncista).
Es importante en esta visita realizar una historia clínica del paciente en la que se registren situaciones de embarazo ó enfermedades tales como la hipertensión, diabetes, problemas cardíacos (infarto, marcapasos, valvulopatías…), trastornos psíquicos, alergias ( a los anestésicos, al látex que suele formar parte de guantes y diques de goma, ó a cualquier otra medicación susceptible de ser usada durante el tratamiento), etc.
Así como la medicación que el paciente esté tomando (importante el uso de anticoagulantes tipo Sintrom).
En la mayoría de los tratamientos se recurrirá al uso de anestesia local para evitar ó minimizar el posible dolor que la intervención pueda producir. Su efecto es pasajero y la sensación es de hormigueo e hinchazón (aunque no exista) en esa zona. Sus inconvenientes más frecuentes son las heridas por mordedura de las zonas insensibilizadas (no debe masticar ni mordisquearse en tanto no desaparezca el efecto anestésico); daños por la aguja , habitualmente leves, tales como pequeños hematomas locales, molestias en el lugar de la inyección, ó excepcionalmente parestesias en el nervio afectado durante un tiempo; mareos, bien por la ansiedad ó por una hipotensión transitoria. Aunque es excepcional con los nuevos materiales, no debe hacer movimientos bruscos durante la inyección del anestésico por el riesgo de rotura de la aguja, que podría derivar en dificultad importante para su extracción en función de a qué profundidad y en qué lugar se produzca esa fractura.